La claridad bien ordenada inicia por uno mismo, si queremos recibir respeto, lo mismo debemos ofrecer. Ante situaciones imprevistas, guardar silencio dice más que mil palabras. Respetemos el dolor de los demás hoy por ellos, mañana por nosotros. Extraña virtud que pocos poseemos, "respetar" es aceptar al otro como es, con sus grandes diferencias.
"yo te respeto, tu me respetas"